Charlotte Sebag-Montefiore se encuentra entre un grupo de 25 familiares que exigieron el seguimiento de su árbol genealógico para poder pedir un segundo documento oficial.
«Yo no voté por Brexit, me siento europea y es un gesto hacia Europa, siento una conexión emocional, de hecho tengo antepasados que fueron quemados allí en la hoguera», dijo la activista.
En los últimos años los Gobiernos de Portugal y España prometieron a los judíos sefardíes la entrega de pasaportes de esos países como «acto de expiación» después de la expulsión de decenas de miles de personas en el siglo XV.
«Soy británica, yo nací aquí, siempre he vivido aquí, pero estoy muy agradecida a los portugueses por darme esta oportunidad», precisó Sebag-Montefiore.
Por su parte el rabino Elías explicó a la cadena de noticias que la historia se encargó de demostrar al pueblo judío que es aconsejable mantener todas las opciones abiertas.
«Dondequiera que teníamos un lugar que considerábamos nuestra casa, no duraba mucho tiempo, una parte muy importante de nuestra psique está dominada por la posibilidad de poder ir a otro lugar», resumió.
Recientemente se supo que no solo los judíos en Reino Unido son los que se apresuran por recibir un segundo pasaporte de algún país de la UE, pues la cifra de irlandeses que demandan ese documento también aumentó en un 40%.
A finales de junio de 2016 el Reino Unido celebró un referéndum sobre la permanencia en la UE, en el que el 51,9% de los británicos (17,4 millones) votó a favor de la salida.
Fuente: mundo.sputniknews.com